siempre llegué tarde a todo
nací treinta años tarde,
y tardé veinte años en darme cuenta
,.,
Perdí la memoria sólo unos segundos, unos segundos que se convirtieron en los primeros veinte años de vida en los que me di cuenta que estaba solo. cuando desperté ya no estaba ahí, pero su misma ausencia me vaticinó que nos volveríamos a encontrar; después de todo un reptil de diez metros es difícil de ocultar.
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