asimetrico 1/6

Amaba los horarios, vivía atado al reloj. Se levantaba muy temprano para mirarla dormir, para ver como se levantaban las sabanas a causa del vaivén de su respiración. Nunca faltaba, todos los días a las seis de la mañana salía de la cama para tocar su frente, mirarse al espejo y asegurarse de que fuera real, para poder descansar de los pensamiento que lo molestaban, que lo hacían creer que todo era un sueño, que María no existía y que todo fue un placebo que su subconsciente había creado para poder seguir viviendo. Una hora vacilando, una hora para calmarse, y así a las ocho de la mañana poder salir con María y desayunar juntos en algún restauran cercano.

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